viernes, 9 de noviembre de 2012

¿DE DONDE VIENE LA SABIDURÍA?

Proverbio 3: 13
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene las inteligencia.
Proverbio 8: 1; 4
¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia? Oh, hombres, a vosotros clamo; dirijo mi voz a los hijos de los hombres.

                                                        


No hay nada nuevo bajo el sol. Todo ha sido ya creado por el Señor. Faltan, eso si, muchas cosas por descubrir. Pero a inventar, y a crear, a Dios no le ganamos. ¿El mérito de los científicos? El haber sido elegidos por Dios para ser receptor de algún conocimiento nuevo, es decir, de “descubrir” algo nuevo para el género humano. Que no a cualquiera escoge Dios para algo tan importante.

Porque la inteligencia, que es el saber hacer las cosas adecuadamente, y la sabiduría, que es usar correctamente la información a nuestra disposición, de Dios vienen, que no del hombre. Y si esto es así, ¿en qué se sustenta la vanidad del sabio, del inventor, del descubridor?

Cuánto valor intrínseco encontramos en el hombre sabio que no se envanece. ¡Qué portento de hombre, aquél inteligente que reconoce que  esa inteligencia se la debe a Dios!. ¡Qué ornamenta preciosa, la del hombre que sobre la soberbia por méritos tal vez indiscutibles, prefiere la humildad!


viernes, 21 de septiembre de 2012

EL DESALIENTO

Números 14: 3
¿Y porqué nos trae Jehová a ésta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?
Isaías 59: 2
..pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros Su rostro para no oír.

Doce espías habían regresado de la tierra que Dios prometió al pueblo de Israel. Era momento de gozo. Después de un breve tránsito por el desierto, estaban listos para entrar en la tierra prometida. Dios, su Dios, los había sacado de Egipto,  tierra de esclavitud. Los había liberado de morir a manos del ejército de Faraón, el más poderoso de la tierra, dividiendo el Mar para que pudieran escapar. Los había protegido, dándoles pan y agua durante todo el trayecto. Y ahora, doce espías habían regresado, para informarles sobre las  bellezas de esa tierra.

De los espías oyeron que, efectivamente, era una tierra bella, donde abundaban las bendiciones, “tierra donde fluyen la leche y la miel”. Pero … no faltaron los agoreros del mal. En esa tierra moraba el gigante. ¡Uy, que miedo! El gigante. Sus corazones latieron de miedo. El gigante. Y así, sin recordar  todo lo que en el pasado reciente había hecho Dios por ellos, de toda la protección que les había deparado, se llenaron de temor y de aflicción, y abandonaron la decisión de proseguir, de conquistar lo que ya Dios les había obsequiado.

Satanás, tratando de  destruir Su obra, Sus planes. La mano del enemigo nuevamente, evitando que Israel evidenciara el poder, la benevolencia, la misericordia del Creador. Satanás, desalentando al pueblo, exactamente en la misma forma que hace frecuentemente con  nosotros. Si analizáramos las razones de nuestros muchos desalientos, veríamos la mano de Satanás impulsándonos a recelar de las bendiciones que Dios está trayendo a nuestras vidas. En forma clara o en forma no tan clara, pero la mano del engañador siempre será la que esté evitando que gocemos de esas bendiciones de Dios. Y utiliza ese engaño para separarnos, simultáneamente, de la comunión, de la cercanía con Dios.

¡Que tuviéramos el hábito de recordar éste pasaje de Israel, y de cómo fueron separados de la bendición y la guía de Dios! ¡Que recordáramos  la necesidad de orar siempre, y el poder que tiene la oración para aclarar nuestras mentes y voluntades, rompiendo así los influjos satánicos sobre nosotros!

viernes, 15 de junio de 2012

MAYORDOMOS DE DIOS

Cuando hablamos de mayordomía, normalmente pensamos en los bienes materiales, y más específicamente, en el dinero.  Pensamos que se trata de otra llamada a la fidelidad en el diezmar. Bueno, pues el diezmar es importante para cumplir con nuestros designios para con  Dios, pero no es ni remotamente lo único, ni siquiera lo más importante.

Mi libro “Mayordomos de Dios” (segunda edición) que quiero poner en tus manos habla de todo aquello que Dios puso a nuestra disposición,  sobre todo en algunas áreas, en las que podemos descollar como seres humanos; y en la necesidad de concientizarnos de que ésas áreas vienen de Dios, y que si hemos resaltado en ellas es porque El Señor fue quien nos equipó tan graciosa y abundantemente. Propongo las siguientes áreas, sin ser exclusivas:

Mayordomos de Dios
La mayordomía y el justo
Mayordomando los bienes materiales
Mayordomando  la verdad
Mayordomando  el amor

Su lectura es rápida, y su costo corto. Bastará  con que deposites $110.00  (valor C.O.D.) en la cuenta 0970 10021 de BANORTE, a nombre de Ernesto Müdespacher Martens, y confirmarme  el depósito al correo  miga2005prodigy.net.mx , junto con tus datos de identificación. El libro te llegará por paquetería C.O.D.


                                                                                                                                             Cordialmente

                                                                                                                             Ernesto Müdespacher


MAYORDOMOS DE DIOS

Cuando hablamos de mayordomía, normalmente pensamos en los bienes materiales, y más específicamente, en el dinero.  Pensamos que se trata de otra llamada a la fidelidad en el diezmar. Bueno, pues el diezmar es importante para cumplir con nuestros designios para con  Dios, pero no es ni remotamente lo único, ni siquiera lo más importante.

Mi libro “Mayordomos de Dios” (segunda edición) que quiero poner en tus manos habla de todo aquello que Dios puso a nuestra disposición,  sobre todo en algunas áreas, en las que podemos descollar como seres humanos; y en la necesidad de concientizarnos de que ésas áreas vienen de Dios, y que si hemos resaltado en ellas es porque El Señor fue quien nos equipó tan graciosa y abundantemente. Propongo las siguientes áreas, sin ser exclusivas:

Mayordomos de Dios
La mayordomía y el justo
Mayordomando los bienes materiales
Mayordomando  la verdad
Mayordomando  el amor

Su lectura es rápida, y su costo corto. Bastará  con que deposites $110.00  (valor C.O.D.) en la cuenta 0970 10021 de BANORTE, a nombre de Ernesto Müdespacher Martens, y confirmarme  el depósito al correo  miga2005prodigy.net.mx , junto con tus datos de identificación. El libro te llegará por paquetería C.O.D.


                                                                                                                                             Cordialmente

                                                                                                                           Ernesto Müdespacher